Estos dos conceptos se han vuelto tendencia debido a la emergencia sanitaria generada por el COVID-19 y a los lineamientos exigidos por el Estado para prevenir la propagación de este en ambientes laborales y comerciales.
La sanitización y la desinfección son términos que podrían confundirnos. Para empezar, los dos procesos tienen el mismo objetivo: reducir y acabar con las bacterias, hongos, microorganismos y virus que son dañinos para la salud humana, como el COVID-19, en las superficies y en el ambiente. Un objetivo común, pero con diferentes intensidades y procesos distintos que, a continuación, veremos a detalle.
Sanitización
Este proceso, como mencionamos antes, busca reducir el número de microorganismos, pero no los elimina por completo. Lo que hace es reducir la cantidad de los microorganismos a un nivel seguro, pues poseen propiedades germicidas y anti microbianas. Es importante mencionar que los sanitizantes son químicos que se pueden aplicar de forma manual y mecánica, siendo esta última más efectiva para la reducción de virus y bacterias del ambiente.
Además de reducir el número de microorganismos, ¿qué otros objetivos tienen la sanitización? También se utiliza para remover material orgánico que se encuentra en el organismo u objetos, y, de esta forma, conseguir una mayor efectividad en la descontaminación y esterilización.
Los dos procesos tienen el mismo objetivo: reducir y acabar con las bacterias, hongos, microorganismos y virus que son dañinos para la salud humana.
Desinfección
A diferencia de la sanitización, la desinfección es un proceso que elimina en un 99.99% los microorganismos patógenos, bacterias, virus y protozoos que son los generan enfermedades. Para esto, emplea métodos físicos o soluciones elaboradas por compuestos químicos que tienen propiedades germicidas y antibacteriales que permiten su destrucción.
Sin embargo, este proceso no es inmediato ya que la eliminación de estos micro organismos tarda aproximadamente entre 2 a 10 minutos dependiendo del tipo de solución química utilizada.
Existen dos tipos de desinfección:
Desinfección física: se emplean métodos físicos como el calor, el calor con presión, el calor húmedo o la luz ultravioleta.
Desinfección química: se emplean soluciones elaboradas a base de distintos compuestos químicos, incluidos de forma específica, para la destrucción de un determinado tipo de microorganismo. Es muy recomendable para lugares de alto tránsito de personas pero usualmente se utiliza sin presencia de ellas.
Desinfección natural: se emplean soluciones elaboradas a base de ácidos orgánicos y aceites esenciales de amplio espectro biocida para la destrucción de un determinado tipo de microorganismo. Es muy recomendable para lugares de alta sensibilidad o con gran tráfico de personas y en presencia de ellas al no ser nocivo para su salud.
Un objetivo común pero con diferentes intensidades y procesos distintos.
Ahora ya tenemos más claro las diferencias que hay entre ambos métodos. En caso tengas alguna sobre los métodos de sanitización y desinfección en ambientes laborales y comerciales, te animo a dejarla en la sección de comentarios para poder resolverla.
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